“Del Pastor para ti”
No sólo el desconocimiento de las escrituras es el que está trayendo tanto problema en los matrimonios de hoy, sino lo están trayendo también el no poner en práctica (para aquellos que si la conocen) lo que se supone que se haga, y ésto no sólo nos afectan hoy, sino que desgraciadamente se agravarán mañana, en las relaciones matrimoniales de nuestros hijos y nietos.
El Apóstol Pedro escribía en su primera carta universal capítulo tres y los versículos del uno al siete, sobre como habrían de ser las relaciones entre esposa y esposo, y a los esposos les decía así:
“Vosotros maridos, vivid con ellas (las esposas) sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, …”
Pero a las esposas se les exhorta desde los versículos del uno al seis, primero a estar sujetas a sus esposos, y que su conducta sea casta y respetuosa, que su prioridad en cuanto al ornamento sea interno, claro, (sin abandonar su apariencia externa), pero no que sea ésta la prioridad, sino la del corazón, y que la afabilidad y la paz sean parte prioritaria del adorno como esposa, porque eso V:4 es de gran estima delante de Dios.
-Sí, eso decía el Apóstol que eran los principales deberes matrimoniales que tanto el hombre como la mujer tenían que tener en cuenta para que su comunicación con Dios V:7 no fuera estorbada.
El matrimonio cristiano tiene que ser la fuente de luz y vida que inspire a las futuras generaciones a experimentar la felicidad en el matrimonio.
Así que todavía estamos a tiempo de ver matrimonios de hijos y nietos en victoria, y eso solo lo lograremos “PONIENDO EN PRACTICA LA PALABRA DE DIOS”.
Dios bendiga los matrimonios de Cristo Vive
Pastor René J. Pérez